La cavitación es uno de los tratamientos estéticos más demandados para combatir la grasa localizada y la celulitis, especialmente en algunas zonas del cuerpo como los glúteos o el abdomen. Si te preguntas si la cavitación es efectiva, antes tendrás que saber todo sobre esta técnica y seguir algunos consejos para que realmente merezca la pena empezar las sesiones.
Acabar con la grasa corporal es uno de los propósitos que se hacen muchas mujeres como tú cuando comienza un nuevo año, especialmente antes de que llegue el verano, pero en realidad cualquier época es buena. Si pones de tu parte, lograrás unos buenos resultados con una figura más estilizada y una reducción de peso y volumen que dependerá de tu estado inicial, del número de sesiones y de otros hábitos o factores externos.
Es una técnica que suele recomendarse combinada con otras como la presoterapia, el drenaje linfático o la radiofrecuencia ya que actúa sobre el tejido adiposo. Cada persona es diferente y por eso es fundamental acudir a un centro de confianza donde antes te hagan un diagnóstico completo para conocer tu estado inicial y el tratamiento más conveniente en tu caso particular.
Índice
¿Qué es la cavitación?
La cavitación es una técnica no quirúrgica que a través de un aparato de última generación aplica ultrasonidos de baja frecuencia en la zona a tratar. Lo que consigue es disolver las células adiposas, donde está concentrada la grasa corporal, para facilitar su eliminación, ya que las deshace y las deja en estado líquido.
Las ondas sonoras penetran hasta el tejido graso provocando unos movimientos en las células que forman unas pequeñas burbujas que crecen y después estallan hasta desintegrarse por completo.
La expulsión de esa grasa se hace de forma natural a través del sistema linfático mediante la orina, las heces o el sudor. No te darás cuenta de que estás eliminando esa adiposidad que previamente ha sido disuelta desde el interior gracias a las sesiones.
Existen varios tipos de cavitación que se diferencian en:
- Cavitación estética, que utiliza ultrasonidos de baja frecuencia y no requiere intervención quirúrgica. Es en la que nos centramos en este artículo y puedes encontrarla en centros estéticos especializados.
- Cavitación médica, solo pueden realizarla cirujanos plásticos y médicos. En lugar de ultrasonidos, se infiltra una solución salina con anestesia y se extrae la grasa con unas cánulas especiales muy finas.
Ventajas de la cavitación estética
La proliferación de centros estéticos que usan este tratamiento se debe a sus grandes ventajas respecto a la cavitación médica, que requiere otros cuidados y es una intervención quirúrgica que muchas personas quieren evitar.
Por ello, la cavitación estética es una solución eficaz para tratar esa acumulación de grasa que da lugar a un aumento de volumen y a la aparición de la celulitis tan común en miles de mujeres sea cual sea su constitución.
Entre las principales ventajas de esta técnica, los profesionales y personas que se han sometido a ella destacan:
- Elimina toxinas del cuerpo de forma natural y rápida
- Es totalmente indolora y no invasiva
- Evita el paso por el quirófano que tantas mujeres temen para mejorar su figura
- Mejora el aspecto general de la piel, reafirmándola y aportando mayor elasticidad
- Eliminación de la grasa localizada en diferentes zonas del cuerpo: cara interior de los muslos, abdomen, piernas, glúteos..pudiendo tratar distintas áreas en una misma sesión.
- Evita la flacidez y el colgamiento de piel que se produce cuando se pierde grasa y peso. Es por ello, ideal tras una liposucción o una pérdida de peso importante.
- Ayuda a eliminar la grasa que no se pierden con las dietas o el ejercicio.
La cavitación es el tratamiento ideal si quieres mejorar tu figura, reducir la celulitis y acabar con la grasa que se acumula en algunas zonas del cuerpo. Si no quieres someterte a una operación y las dietas no son suficientes, es la técnica perfecta para lograr tu objetivo.
Cavitación: sesiones y duración
El número de sesiones que necesitarás para apreciar resultados visibles dependerá siempre de tu estado inicial y de algunos factores que pueden influir, como la genética o tus hábitos cotidianos (alimentación, medicamentos, ejercicio…).
La media suele estar entre las 10 y 15 sesiones, con un tiempo entre una y otra de tres o cuatro días, ya que tu organismo necesita sobre 72 horas para eliminar esa grasa a través de la orina.
Las sesiones duran aproximadamente 40 minutos, dependiendo del tamaño de la zona a tratar y de si necesitas más de una parte del cuerpo, por ejemplo, piernas y abdomen.
Los resultados los notarás enseguida, sobre todo a partir de la tercera o cuarta sesión, tras la que verás que tu piel está más fina, suave y tersa.
Cavitación: cuidados post sesión
La retención de líquidos es contraproducente para la efectividad de la cavitación porque lo que hay que conseguir es eliminarlo una vez que las células adiposas se han disuelto. Para ello, es imprescindible que antes de acudir a las sesiones bebas agua, entre un litro y medio y dos. Es algo que te recomendarán en el centro estético al que acudas.
El consumo de agua diario es fundamental no sólo previamente a las sesiones sino de forma diaria, en casa. Si no tienes el hábito de hacerlo, procura adquirirlo desde el primer momento para facilitar la expulsión de la grasa a través de la orina.
Otra recomendación si vas a comenzar con la cavitación estética es que sigas una dieta sana y equilibrada, evitando las grasas y azúcares.
El deporte te vendrá muy bien para movilizar esa adiposidad tratada y convertida en líquido, de forma que conseguirás eliminarla antes si haces algún tipo de ejercicio. Caminar es suficiente si lo haces a diario y un paso ligero.
La combinación de la sesión con una de presoterapia o drenaje linfático es excelente porque ayuda a desprender esa grasa antes y a mejorar la circulación sanguínea.
Contraindicaciones de la cavitación
Antes de someterte a la cavitación, aunque sea estética en lugar de médica, debes tener en cuenta algunas contraindicaciones. De ellas, te informará el profesional al que acudas, que necesitará conocer más sobre tu salud. Además tendrán que hacerte un diagnóstico para identificar cuál es tu estado inicial, nivel de grasa, ICM, la composición de tu cuerpo, el equilibrio de agua, etc.
En general, la cavitación no está indicada en los siguientes casos:
- Personas con marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados.
- Mujeres u hombres que padecen de hipercolesterolemia.
- Pacientes con un alto nivel de triglicéridos en sangre (hipertrigliceridermia).
- Personas con insuficiencia renal y/o hepática.
- Mujeres durante el embarazo y periodo de lactancia.
La cavitación es una técnica indolora y no invasiva que acaba con la grasa localizada y mejora la celulitis y el estado de la piel, pero debe realizarse por un profesional. Procura acudir a un centro de confianza donde los profesionales estén formados y cuenten con la aparatología segura y óptima para tratar tu caso.
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