Los hilos tensores son una perfecta alternativa al lifting pero con ventajas que motivarán a muchas personas a decantarse por esta alternativa.
La principal ventaja respecto al lifting tradicional es que el paciente no tiene que pasar por cirugía evitando así el temido quirófano. Pero además, estamos hablando de una opción mucho más económica y con excelentes resultados si se usa de forma adecuada y la técnica es realizada por un médico experto y profesional.
Es importante además el tipo de hilo que use el especialista, pues existen en el mercado diferentes hilos que varían mucho en precio pero no tienen los mismos resultados.
Se trata de una variedad de hilos reabsorbibles que inflaman la piel y la tensan pero solo mientras dura esa inflamación. Además, como desventaja está también el número de hilos necesarios que puede rondar los 40-50 a diferencia de los dos o tres que se utilizan con los de silicona.
Índice
¿En qué casos se usan los hilos tensores?
Estos hilos se usan en casos de problemas de caída facial debidas al envejecimiento pero, según el doctor Luis García Cremades, del Centro de Estética Esperanza de Plasencia, no son una buena opción en caso de:
- Muchas arrugas. Una piel demasiado arrugada no es válida para insertar los hilos tensores puesto que el aspecto del rostro no mejoraría sino podría darse el caso contrario.
- Envejecimiento solar.
Aunque, lo mejor es que te pongas en manos profesionales que estudien tu caso y te digan si es adecuado para ti o si sería conveniente otro tipo de tratamiento.
Aquí puedes pedir tu cita gratuita para analizar tu piel y recomendarte el mejor tratamiento facial.
¿En qué se diferencian con el bótox?
Los hilos se pueden colocar en el tercio superior (frente y patas de gallo) y también en la zona inferior.
En el caso del bótox solo se usa para la frente, patas de gallo y entrecejo.
Otra diferencia importante es la duración de sus efectos, ya que el bótox, como te contamos en este artículo, tienes que renovarlo cada 4-6 meses porque la toxina va desapareciendo y con ello sus efectos.
Hilos tensores, ¿Cómo se colocan?
El hilo se introduce por la patilla a través de un orificio mínimo que no necesita puntos porque se autosujeta y los extremos se dirigen hacia la cabeza y el mentón (siempre en partes duras que no tengan movilidad para que sujeten a la perfección).
La cantidad media de hilos tensores que suelen ponerse es de dos en cada lado del rostro siendo a veces necesarios tres o más en función del estado de la piel y del resultado que se busque.
Resultados y duración del efecto
Los resultados que se consiguen son espectaculares, mejorando muchísimo la caída facial de la persona y aportado así mayor belleza y lozanía al rostro.
La duración del efecto dependerá de la velocidad del envejecimiento natural de cada persona siendo de al menos entre 3 y 5 años pudiendo ser mayor en casos de pieles que envejecen a un ritmo lento.
Hilos tensores, ¿Son molestos?
Las molestias que pueden causar son las derivadas de sentir un cuerpo extraño introducido que se alivia con analgésicos y son bastante tolerables.
Sin embargo, estas ligeras molestias desaparecen a los pocos días al igual que las producidas por cualquier otra intervención o tratamiento.
Enseguida dejarás de notar que llevas nada y el resultado es de lo más natural, te verán mejor pero nadie sabrá por qué.
¿Duele la introducción de los hilos?
El momento de introducir los hilos tensores es totalmente indoloro pues se realiza con anestesia hiperlocalizada de la zona a tratar, con lo que el dolor es inexistente.
Los hilos tensores son por tanto la opción más adecuada para aquellas personas que quieren mejorar el aspecto de su piel, verse más jóvenes y bellas sin pasar por el quirófano ni gastar demasiado dinero.
El otoño es una excelente época para someterse a este tratamiento porque el sol no está permitido durante los primeros días o semanas posteriores.
Sin comentarios