La retención de líquidos es un problema muy frecuente especialmente en las mujeres que aunque por sí solo no reviste gravedad sí que puede ser un síntoma de otra enfermedad si no está asociada a una etapa como por ejemplo un embarazo, cuando es normal acumular más líquido. Por tanto, antes de saber cómo tratar la retención de líquidos se aconseja visitar a tu médico para descartar cualquier problema asociado que requiera un tratamiento específico.
Vamos a contarte cuáles son las causas más frecuentes de la aparición de este problema que produce en muchos casos pesadez, hinchazón, hormigueo y un aumento de peso que cuando te subes a la báscula te incomoda.
Índice
Retención de líquidos: causas de su aparición
Como te decíamos, lo primero que debes saber es, una vez detectado el problema, cuáles son las causas que están provocando una retención mayor de líquido en tu organismo. A veces, no nos damos cuenta de lo que nos pasa y aunque nos sentimos hinchadas o nos cuesta quitarnos los anillos, no somos consciente de cuál es el problema. Para detectarlo, puedes acudir a un centro especializado y realizarte un diagnóstico corporal completo que además de tu índice de masa corporal, la composición de tu cuerpo, el índice de tasa metabólica o el equilibrio de agua.
En la retención de líquidos pueden influir diferentes factores:
- Problemas orgánicos: puede ser debida a enfermedades en otros órganos o a problemas circulatorios, insuficiencia renal, venoso o cardíaca producen una alteración del sistema que regula los fluidos y por tanto provocan la aparición de edemas.
- Hábitos cotidianos: a veces un estilo de vida poco apropiado, el sedentarismo, la falta de movilidad o ejercicio y una mala alimentación rica en sal
- Cambios hormonales: la menopausia o el embarazo suponen grandes cambios a nivel hormonal en las mujeres que suelen ir acompañados de inflamación, edemas, pesadez…Por regla general no supone ningún problema más serio aunque puede resultar muy molesto, sobre todo a partir del último trimestre en el caso de que estés embarazada. Si consideras que no es normal y tienes una hinchazón excesiva, debes consultar con tu médico.
- El calor produce una dilatación de los vasos sanguíneos, dejándolos más porosos y favoreciendo que salga más agua de los vasos de la que los tejidos pueden absorber.
- Algunos medicamentos como aquellos que contienen corticoides o los que se prescriben contra la hipertensión o para tratar algún problema hormonal.
Síntomas de la retención de líquidos
¿No sabes qué es lo que te pasa pero notas que algo va mal? Reconocer los síntomas de la retención de líquidos es el primer paso antes de tratarlo. Además de un buen diagnóstico, que detectará si sufres o no de este problema, hay algunas pistas que pueden indicar un exceso de agua que no te está viniendo bien.
En el caso de que se presente en los pies, piernas y tobillos, que son las zonas más comunes, notarás como una especie de bolsa o edema que te presiona y puede ser más o menos doloroso. A algunas personas esa hinchazón les afecta al abdomen e incluso al rostro, especialmente en ciertos momentos como cuando estás menstruando.
Además de esa hinchazón que es visible y notarás enseguida, otro síntoma es el aumento rápido de peso sin un motivo aparente o una causa justificada. Suelen ser cambios repentinos con ganancia de kilos que no se debe a un consumo excesivo de alimentos grasos o calóricos.
También puedes tener pesadez y sensación de cansancio que te dificulta el descanso o el sueño nocturno.
Tratamientos estéticos
Una vez detectado el problema, lo mejor es que pongas remedio combinando tanto indicaciones generales como algún tratamiento estético que te ayudará a aliviar las molestias, acabar con la hinchazón y evitar que vuelva a aparecer si eres constante.
Algunos tratamientos para la retención de líquidos o pesadez de piernas que tienen buenos resultados y recomendamos son:
- Presoterapia: es un tratamiento inocuo y muy efectivo cuando el problema viene causado por una mala circulación. La sesión de presoterapia se realiza con una especie de pantalón que cubre hasta el abdomen conectado a un aparato que lo que hace es suministrar una presión positiva de forma secuencial estimulando así el sistema circulatorio, generando un drenaje linfático y contribuyendo a la eliminación de líquidos, grasas y toxinas que generan la celulitis, los edemas y otros problemas como las varices.
- Nutricosmética: la nutricosmética consiste en la ingesta de unos nutrientes a modo de cápsulas con fórmulas específicas que contienen una composición que favorece la eliminación de toxinas, el drenaje y la desinflamación de los tejidos. Son inocuas pero puedes consultar con tu médico por si tienes alguna patología que esté contraindicada.
- Masajes drenantes linfáticos: la red linfática compensará esa debilidad de la red venosa que está provocando la retención de líquidos. El drenaje puede ser pasivo: en este caso se trata de un masaje realizado en un centro especializado o por un terapeuta kinestésico; o activo, en cuyo caso se realiza tras una actividad física y se trabajan los músculos profundos. En caso de retención de líquidos se recomienda, sobre todo, la natación, ya que ejerce un masaje muy suave y hace trabajar todos los músculos de las piernas.
Otros remedios y consejos para la retención de líquidos
Además de los tratamientos estéticos que son realmente efectivos en la mayoría de los casos, es recomendable tomar ciertas precauciones o ingerir algunos alimentos que pueden ayudar a la eliminación de líquidos de manera rápida.
En cuanto a la alimentación, hay algunos productos que puedes consumir con grandes propiedades diuréticas entre las frutas como la piña, las manzanas, cerezas, naranjas, fresas, melón, sandía, uvas y otras verduras como alcachofas, habas, cebolla o espárragos.
Además de cuidar tu dieta, debes tener en cuenta que la hidratación del organismo bebiendo entre 1,5 y 2 litros de agua al día, aunque parezca una contradicción, es uno de los remedios básicos para tratar la retención de líquidos.
Un exceso de sal en tus comidas tampoco te beneficia en absoluto así es que es mejor que te acostumbres a cocinar con poca sal y sustituirla por otros condimentos si quieres más sabor como algunas hierbas o especias.
El estrés tampoco es buen compañero de viaje. Un buen descanso y acabar con el estrés redundará en beneficios para tu salud y por supuesto, para tus edemas.
Debes evitar una exposición prolongada al sol o un exceso de calor, que en verano puede provocar la climatología y en invierno la calefacción demasiado alta o durante todo el día ya sea en casa o en el lugar de trabajo.
Por último, te recomendamos que si tienes retención de líquidos evites usar ropa demasiado ajustada y optes por otras prendas más sueltas, al menos hasta que remita el problema.
Retención de líquidos: cuándo puede suponer un problema más serio
Aunque lo normal es que la retención de líquidos no sea un problema grave si que es cierto que en ocasiones es síntoma de alguna complicación como puede ser:
- Flebitis: se trata de un coágulo de sangre que impide la circulación sanguínea (trombosis venosa profunda) y que aparece principalmente en las pantorrillas. Ese coágulo puede moverse y alcanzar el corazón o taponar la arteria pulmonar produciendo una embolia o trombosis pulmonar. El síntoma de que puede tratarse de una flebitis es la aparición repentina de un edema de gran tamaño o un cambio brusco tanto de tamaño como la aparición de un dolor más intenso.
- Preeclampsia: es un problema que aparece en el embarazo y que puede tener como primer síntoma la aparición de un edema o hinchazón en poco tiempo. Si estás embarazada es normal tener retención de líquidos y es algo fisiológico y por regla general pasajero. Pero algunas veces, puede suponer esta enfermedad que debe ser tratada con urgencia en el médico.
Si tienes retención de líquidos con mucha frecuencia puedes acudir a tu médico de cabecera para que te derive a un especialista que pueda detectar con más exactitud las causas y el tratamiento más adecuado en tu caso en particular.
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