La quimioterapia es un tratamiento que consiste la administración de una serie de medicamentos a una persona enferma de cáncer con el fin de destruir o impedir el crecimiento o diseminación de células malignas a otras zonas del cuerpo que podrían verse afectadas.
Si vas a comenzar tus sesiones o ya lo has hecho, queremos ante todo mostrarte nuestro apoyo y darte unos consejos para minimizar esos efectos que pueden producirse pero que son transitorios.
Esos fármacos, como quizás ya te han advertido, afectan tanto a las células cancerigenas como a las sanas y como consecuencia de esa acción tan potente, puedes sufrir una serie de efectos secundarios en otros tejidos, como por ejemplo tu piel.
La Asociación Española contra el Cáncer hace una serie de recomendaciones para el cuidado de la piel durante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Mantener la piel limpia y seca, evitar lociones o cremas que contengan alcohol, usar diariamente hidratantes o evitar la exposición solar, son algunos de los consejos que dan los expertos.
Debes saber que esos cambios y efectos secundarios, especialmente los que se producen en la piel, son pasajeros y además hay formas de prevenirlos y de reducir sus consecuencias. La creadora de los productos cosméticos María Dúol, María Unceta-Barrenechea, ha creado una línea oncológica con los mejores productos pensados únicamente en los pacientes de tratamientos oncológicos y prevenir y reparar sus efectos sobre la piel.
Índice
La piel y la quimioterapia ¿Cuándo debo empezar a cuidarme?
Desde el Centro Médico Estético Esperanza sabemos lo importante que es un buen cuidado diario de la piel en todas las etapas de la vida. Sin embargo, en el caso de personas sometidas a tratamientos agresivos como la quimioterapia o la radioterapia, el cuidado es aún más necesario.
Antes de iniciar tu tratamiento, los médicos te recomendarán comenzar a hidratar bien tu piel varias veces al día con cremas o bálsamos con efecto reparador. Son muy buenos los que contienen rosa mosqueta, manteca de karité o centella asiática.
El día de la sesión de radioterapia debes retirar cualquier resto de producto e ir con la zona limpia. La recomendación que te darán es lavar la zona que va a ser radiada con agua y jabón suave, con pH neutro.
Mi piel durante la quimioterapia ¿puedo usar maquillaje y tomar el sol?
Como cualquier mujer, te gustará verte guapa y radiante y por supuesto que podrás maquillarte a diario. Eso sí, has de procurar retirar bien el maquillaje todos los días antes de acostarte. Desde María Dúol, aconsejan usar un aceite o loción reparadora «a base de extractos naturales como manzanilla y extracto de rosas para limpiar, calmar y reparar la piel».
En cuanto al sol, al igual que cuando estás tomando ciertos medicamentos que son fotosensibles, es preferible evitarlo, ya que de lo contrario te arriesgas a que te salgan manchas en la piel. En verano, o cuando salgas a la calle los días de sol, tendrás que tomar ciertas precauciones para proteger tu rostro y cuerpo y evitar que aparezcan manchas.
Lo primero es que uses una crema hidratante con factor de protección solar alto, SPF 50+ y que no te apliques aceites que contengan alcohol porque te resecarán más la piel. Debes utilizar los productos adecuados y aquellos que te protejan de los rayos UVA y UVB así como repetir la aplicación varias veces al día y con la cantidad necesaria.
Efectos secundarios en la piel
Como decíamos, la quimioterapia y radioterapia son tratamientos que se encargan de destruir aquellas células malignas e impedir que éstas se expandan a otras zonas u órganos, lo que conocemos como metástasis. Sin embargo, producen algunos efectos secundarios que, aunque tu médico te habrá advertido, te recordamos a continuación:
1.Sequedad
La piel seca es uno de los principales síntomas que notan muchas personas que están recibiendo tratamiento oncológico. Para evitarlo, es fundamental una hidratación diaria y de forma continuada, con bálsamos ricos en aceites naturales 100%.
La gama de productos oncológicos de María Dúol ofrece bálsamos con aceite de pepita de uva o de manzanilla que proporcionan la hidratación necesaria a la piel sometida a estos tratamientos. Son reparadores, calmantes y alivian desde la primera aplicación.
2.Picores
La sequedad de tu piel puede producir picores que a veces pueden ser bastantes irritantes. La acción inevitable de rascarte supone el riesgo de provocar pequeñas lesiones o infecciones en la piel que tendrás que evitar con productos que te calmen.
Alivia esos picores aplicando de forma generosa, cremas hidratantes con masajes para que penetren bien e incidiendo en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Si además usas algún bálsamo reparador, la sensación de confort será mayor y calmará esa irritación.
3. Llagas y heridas
Si te rascas demasiado porque no soportas el picor es posible que te provoques heridas o llagas en la piel. Para curarlas, es recomendable el árbol de té, que evita una infección que puedes aplicarte con una gasa húmeda varias veces al día. Una loción cicatrizante reparadora, en formato spray, es fácil de aplicar y mejorará pronto esas heridas.
4. Pies y manos peladas
Se conoce como eritema y es un efecto secundario bastante frecuente que impide a veces caminar o incluso coger objetos con las manos porque puede llegar a ser muy molesto e incluso doloroso. Es importante que mantengas tus manos y pies bien nutridos e hidratados para calmar esa sensación y mantengas el ánimo porque es un problema que desaparecerá cuando finalices el tratamiento.
5. Uñas agrietadas y amarillentas
Es normal que tus uñas, tanto de manos como de pies, sufran y se produzcan cambios de color o se agrieten más de lo normal. Procura no cortar las cutículas ni eliminar durezas ya que los cortes podrían provocarte una infección. Lo que sí es recomendable es usar guantes y calcetines, preferiblemente de algodón, para no rozarte. También puedes aplicar en tus uñas aceites con poder nutritivo y regenerador como el de rosa mosqueta o pepita de uva.
Estos son algunos de los efectos secundarios de la piel durante un tratamiento de quimioterapia o radioterapia. Algunas personas los sufren, más o menos acusados, y otras sin embargo no aprecian ningún cambio. En cualquier caso, es importante que sigas las recomendaciones de tu oncólogo y mantengas tu piel hidratada a diario.
No obstante, el estado de ánimo y la fortaleza son fundamentales para recuperarte cuanto antes y superar con éxito la enfermedad. Ten en cuenta, que todos esos cambios pasarán y que tu cuerpo volverá a la normalidad. Así es que ¡mucho ánimo!
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