El tiempo pasa para todo el mundo y tarde o temprano, hombres y mujeres empezamos a percibir los signos de la edad. La caída de la piel, la aparición de arrugas, la falta de firmeza y elasticidad, los dolores musculares, los problemas cardiovasculares, la pérdida de masa muscular….y una larga lista de problemas derivados del envejecimiento.
Además de las enfermedades o patologías que aparecen con mayor frecuencia a partir de cierta edad y que sin duda son lo que más puede preocuparte, hay otros síntomas a nivel estético de que la etapa de la juventud va quedando cada vez más lejos.
Aunque la genética sea importante, no es cierto eso de que no hay nada que podamos hacer para evitar sufrir los temidos cambios físicos de la edad.
De hecho, hay estudios que indican que el estilo de vida que llevemos influye más que la genética en el envejecimiento vascular e igual podría ocurrir con el envejecimiento de la piel y los cambios físicos que se van produciendo con la edad.
En este artículo veremos 7 hábitos que ayudan a retrasar ese envejecimiento de la piel y que puedes adquirir o abandonar fácilmente si lo que buscas es una piel más tersa y con menos arrugas.
Antes, te ayudamos a identificar cuáles son las características de una piel madura así como las causas del envejecimiento, que pueden ser naturales e intrínsecas o por el contrario deberse a factores externos.
¿Cómo es una piel madura?
Con la edad, disminuye la capacidad funcional de la piel y es más propensa a desarrollar algunas enfermedades cutáneas, manchas, rojeces, alergias… debido en parte a que lleva más tiempo expuesta a factores ambientales.
La piel madura es más seca y áspera al tacto, tiene arrugas más o menos profundas y además es propensa a pigmentarse de forma irregular así como a tornarse hacia un color amarillento.
Además, los años provocan una pérdida de la tonicidad, la elasticidad y turgencia de la piel, haciéndola también más frágil. La cicatrización cada vez es peor y los capilares sanguíneos se dilatan, dando paso a esas venitas tan antiestéticas que apreciamos en el rostro, conocidas como cuperosis.
Técnicamente, en dermatología se habla de dos tipos de envejecimiento: extrínseco e intrínseco.
Envejecimiento extrínseco
Está demostrado que algunos factores externos como el clima, la radiación solar o los rayos ultravioletas producen daños en la piel que causan el conocido foto envejecimiento. Además de éstos, hay hábitos poco beneficiosos para nuestra piel y también para nuestro organismo como son la dieta, el tabaco o el alcohol en exceso.
Envejecimiento intrínseco
Este tipo es el que depende directamente del paso natural del tiempo, del fototipo cutáneo que se tenga por genética, de la altitud de la zona donde vivas y de la producción de hormonas. En algunas etapas de tu vida, como durante el climaterio o menopausia, la piel sufre cambios debido a que aumentan los estrógenos igual que puede ocurrir también durante la pubertad o el embarazo.
7 hábitos que retrasan el envejecimiento
Como decíamos, los síntomas de la edad en nuestra piel pueden ser provocados por factores externos, que contribuyen a un envejecimiento precoz antes incluso de lo que la genética y el paso natural del tiempo producirían. Esos hábitos son:
1. Toma precaución ante el sol todo el año
A pesar de los numerosos beneficios que tiene el sol para nuestra piel y nuestro organismo, una exposición prolongada a los rayos UVA y los UVB sin la adecuada protección y durante las horas de máxima radiación, afecta directamente a tu piel y hace que ésta pierda su firmeza y elasticidad y favorece la aparición de arrugas.
Las personas que por motivos laborales pasan mucho tiempo al sol, como los deportistas o los agricultores, tienen una piel mucho más envejecida. De hecho, solo tienes que ver a las personas que trabajan al aire libre que se arrugan antes, especialmente si no se han cuidado lo suficiente.
Por opciones no será, ya que existen un montón de cosméticos solares para todo tipo de pieles.
Una buena opción es la famosa bruma de Institut Esthederm que además de protegerte, deja un piel sedosa, cuidada y un bronceado uniforme
2. Evita el tabaco
Fumar no solo provoca cáncer o afecta a nuestras vías respiratorias y otros órganos internos sino que además es perjudicial para la piel. Según un informe de la Sociedad Española de Medicina Estética por cada 10 años que una persona fuma, la piel envejece hasta dos años y medio más que la de una persona no fumadora.
A nivel de la piel, el tabaco produce envejecimiento prematuro, arrugas marcadas, manchas de color púrpura y un aspecto grisáceo de la epidermis.
Además, el humo del tabaco afecta a la piel causando deshidratación, sequedad y tirantez. Está comprobado que la nicotina favorece la aparición de atrofia cutánea y el aumento del crecimiento de vello.
3. Sigue una alimentación saludable
Una alimentación sana y variada, rica en frutas, verduras, carnes, pescados y lácteos pero evitando en la medida de lo posible el exceso de grasas o azúcares contribuye a tener una piel más luminosa y tersa durante más tiempo.
Es un hábito muy sencillo de adquirir y que incide directamente en el envejecimiento de tu piel.
El alcohol tampoco ayuda si se consume en exceso porque además afecta a otros órganos como el páncreas o el hígado.
Si necesitas ayuda con esto, quizás te ayude conocer este método para aprender a comer y llegar a tu peso ideal para luego mantenerte.
4. Más escaleras y menos sofá
El hecho de llevar una vida sedentaria, evitando a toda costa subir escaleras, ir andando al trabajo o salir cada mañana o cada noche a dar un paseo de al menos 30 ó 60 minutos, hace que la edad se note antes.
Estudios reflejan que practicar algún deporte aumenta hasta 4 años de vida y tiene efectos positivos en el corazón, los pulmones, la mente e incluso el estado de ánimo.
De hecho, cada vez vemos a más personas mayores caminando en las ciudades y pueblos por recomendación de sus médicos.
5. Descansa y duerme tus horas
Cada vez hay más estudios que relacionan el envejecimiento con las horas que dedicamos al sueño y al descanso. La explicación científica que quizás te convenza más es que la piel se repara por sí misma mientras estás dormido y produce nuevas células.
Al acostarnos, los músculos faciales se relajan y por tanto se reducen los efectos de la gravedad y la aparición de arrugas. Si no duermes lo suficiente (en la mayoría de personas lo recomendado es entre 7 y 9 horas diarias), tu piel pierde su capacidad de auto reparación.
Por otra parte, dormir siempre hacia el mismo lado, provoca la aparición de arrugas o que éstas se vuelvan más profundas que si adoptamos diferentes posturas a la hora de tumbarnos.
6. Huye del estrés
Una vida estresante, el exceso de trabajo, el cansancio…se refleja en la piel, que se daña antes y se acentúan algunos signos del envejecimiento debido al aumento de cortisol.
La adrenalina también produce la oxidación de las células e interfiere en la producción de insulina y otros sintetizadores de nutrientes.
En este caso, el organismo puede recuperarse y tu piel y otros síntomas pueden revocarse cuando esa situación de estrés que vives desaparezca. Si crees que tienes estrés, consulta con un profesional para que te ayude a combatirlo.
7. No te excedas con el deporte ni con la comida
Ningún exceso es bueno y cuando hablamos de los signos de la edad tanto comer demasiado (aunque sea una alimentación sana) o hacer demasiado ejercicio a niveles profesionales, también adelanta el envejecimiento.
A la hora de comer, es preferible quedarse con el estómago a tres cuartos o un 80% lleno. Te ayudará comer despacio y masticar bien para saciarte antes. Algunos estudios señalan que ingerir una cantidad menor de alimentos ayuda ya que un exceso de calorías aumenta la producción de la hormona tiroidea que ralentiza tu metabolismo.
En el caso del deporte, un exceso de ejercicio requiere un consumo mayor de calorías y sobre todo de hidratos de carbono, que es uno de los tipos de nutrientes que más ingieren los profesionales de élite. De hecho, es una de las razones por las cuales aumentan de peso cuando abandonan el ejercicio.
Son por siete hábitos que te ayudarán a envejecer de una forma sana y natural, evitando factores externos que provocan la aparición de signos prematuros.
Lleva una vida sana en general, cuida tu piel, recurre a los mejores tratamientos faciales, usa la cosmética adecuada y protégela del sol.
Sin comentarios